miércoles, 6 de septiembre de 2017

Una mirada a nuestro pasado Inca a la orilla del mar


LAS MAYÚSCULAS SE ACENTÚAN

La “chiquita” no solo tiene que ver con la omisión a la ortografía por el ente ejecutor y guardián del quehacer cultural en nuestro país, sino por lo que logramos comprobar durante una visita a la zona reseñada en el cartelito del INC de entonces y hoy Ministerio de Cultura.

Tiene que ver con lo que se ha hecho, pero más aún con lo que se ha dejado de hacer; cosas increíbles para un país como el nuestro, con un pasado milienario, pero que adportas de su bicenternario como república dentro de la civilización occidental y judeo-cristiana, no llegamos ni a atisbar nuestro desarrollo económico y estamos más distantes aún del “cultural”.
Lo cierto es que  una cosa lleva a la otra: como parte de un  diplomado universitario entre las actividades del curso se incluyen salidas para trabajos de campo;  todos los alumnos, encabezados por el maestro del curso Oscar Chambi, y con la valiosa colaboración del reconocido arqueólogo Toño Coello, conocimos un poco más de esas paradojas de nuestra actividad como sociedad organizada durante nuestra visita a la zona  arqueolÓgica El Salitre.

El confortante augurio del franqueo del peaje es lo último que vemos al dejar Lima rumbo a nuestro destino.
Objetivo principal, como decimos los actores, aprobar el curso con buena nota.
Objetivos secundarios: conocer, investigar, informarnos,comprobar, y una larga lista de etcéteras, que nos permitirán ampliar nuestros horizontes hacia los linderos del fotoperiodismo y la fotografía documental.

El lugar a primera vista, lo consideramos intrascendente: piedras por aquí; tierra, arena... Son algunos de los elementos que nos abren las puertas de un mundo insospechado, pero real; un mundo de contradicciones, un mundo de irresponsabilidades y de discriminaciones.

Un mundo, que lamentablemente, nos trae a colación una perspectiva de lo que heredará nuestra descendencia; un pasado histórico grande, ofendido, desmerecido, subvaluado por quienes tendrían que enorgullecerse de él y sin embargo son sus principales depredadores.

Un mundo en el que se hace muy vigente un parafraseo de la letra de la canción de La Tily y Las Vengadoras: “Tengo plata y hago lo que quiero”.  


https://youtu.be/ZXC-_LheDoY



Continuará...